Después de los contrapuntos entre el Presidente y la Vicepresidenta, Alberto Fernández se enfrenta ante un camino que se bifurca. El único sendero posible es el que lo conduciría a construir una nueva alianza sociopolítica, que concrete su discurso antigrieta.
Es posible que el Presidente ya cuente con un poder político mayoritario, pero cometería un error táctico si ahora pusiera esa carta sobre la mesa de una disputa de poder en su frente interno. Lo importante es que se sepa que tiene esa carta. Quizás es eso lo que pretende cuando insiste en rodearse de líderes empresarios, sindicalistas, gobernadores e intendentes.
Acaso es eso lo que percibió Cristina Kirchner cuando felicitó al periodista de Página 12, sobre el crítica a la convocatoria albertista del 9 de julio.
Escuchá la columna de Gustavo González desde la redacción de Radio Perfil.
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