Wednesday 24 de April de 2024
Perfil

La provocadora obsesión del “compañero Parrilli p…” y su Jefa con los medios

POLITICA | Por Edi Zunino | 21 de August 11:55

Comparto con los kirchneristas que aquellos audios de hace tres años en que Cristina Kirchner trataba a Oscar Parrilli de “pelotudo” nunca se deberían haber conocido, porque eran parte del ámbito privado y revelaban más cuestiones domésticas que pistas judiciales. Pero bueno, se las difundió, fueron un hit inolvidable y tuvieron su utilidad, digamos, política: aparte de desnudar el tipo de relación entre dos personas que habían sido centrales en la escena nacional y ahora volvieron a serlo, aquellas charlas recontra confirmaban las obsesiones de La Jefa y su principal lugarteniente por lo que sale en los medios y hasta qué punto esas noticias pueden entrelazarse con los procedimientos oscuros de jueces y espías, que de eso hablaban y de lo mismo estamos hablando de nuevo.

Distingo la razón de la obsesión, porque hasta el ser más despreciado puede decir verdades y hasta el más amado puede perder el equilibrio y rayar en lo patológico. Los K han instalado visiones ciertas sobre el rol político-corporativo de ciertos medios, pero al convertirlos en un conveniente “enemigo de la Patria” distorsionaron la realidad y actuaron en consecuencia, tomando decisiones y hasta legislando por lo menos en las fronteras de la libertad de expresión.

Podrán decir que no fueron restrictivos en la materia, porque fueron ellos y nadie más quienes despenalizaron el delito de calumnias e injurias, viejo reclamo del gremio periodístico, pero eso también les sirvió para engendrar sus propios monstruos mediáticos, capaces de ser igual o más de calumniosos o injuriantes que aquellos a los que cuestionan.

Es increíble hasta qué punto, al compañero Parrilli, que viene del menemismo, le gusta amedrentar a los periodistas con llevarlos a los Tribunales, como hacían Carlos Menem, sus ministros y sobre todo el jurista Rodolfo Barra, autor de un también inolvidable y por suerte fallido autor de una Ley Mordaza.

Aunque con ciertos recaudos, Parrilli vuelve a insistir ahora con una cláusula supuestamente “anti-presiones mediáticas” contra los jueces, dentro de la polémica Reforma Judicial. Si se sienten presionados por la prensa, los magistrados podrían denunciarlo en el Consejo de la Magistratura. O sea que, ante causas judiciales de trascendencia pública, el juez del caso podría darse por “apretado” por lo que se publique al respecto. 

Lo curioso es que, por un lado, ya existen delitos tipificados para afrontar eventualidades por el estilo: un periodista o un medio pueden ser denunciados por delitos contra el honor, por extorsión, por asociación ilícita y demás. Y, por otra parte, la Enmienda Parrilli no especifica costo alguno para el periodista o el medio que entrara en esa eventualidad.

Me confundí un poco y acudí a las fuentes. Desde el entorno jurídico de CFK, donde hay profesionales de mucho talento, me dijeron: “La medida permitiría, por ejemplo, que el Consejo de la Magistratura les hubiese puesto custodia a los hijos de los jueces a quienes Jorge Lanata llamó a escrachar u otro tipo de presiones que pasan o pueden pasar. Para el que presiona -dice la fuente- no se establece sanción alguna, para la prensa es inocuo, no hay sanción y no podría haberla, porque sería absolutamente inconstitucional”.

A ver… O sea: denuncias extra-judiciales sin ningún tipo de sanción… Bien… Más confundido todavía, repregunté:

-Entonces es para armar quilombo, nomás…

-Básicamente -fue la respuesta.

En síntesis: tamaño engendro no va a salir, no hay chance alguna. Perdonen la expresión, pero, básicamente, de pelotudos nos toman a nosotros, haciéndonos discutir sobre la nada misma.

 

por Edi Zunino

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