Si alguien pidiera que se defina en una sola palabra a los economistas José Luis Espert y Javier Milei, a nadie se le ocurriría decir “kirchnerista”. Primero porque no lo son, de tan anti políticos y anti populistas y anti estatistas y anti peronistas que sí son.
Tal vez, tampoco se usaría la palabra “serio”, terreno que Espert fue abandonando de a poco en sus incursiones mediáticas y Milei jamás transitó, al menos públicamente y pese a su buena fama profesional (los dos la tienen). De hecho, ambos dejaron la influyente frialdad de los papers por el stand up, con aires, más que de Abbott & Costello en colores, diría que de un reencuentro a la vuelta de la tele-política entre Juan Verdaguer y Pepe Biondi (los más jóvenes pueden googlear).
Para las elecciones del año pasado, Espert se postuló nada menos que a Presidente de la Nación y Milei se enojó, acusándolo de haberse rendido de rodillas a las perversas reglas de juego del poder estatal. Sin embargo, hace unos días se amigaron y anunciaron que van a ir juntos a las elecciones del año que viene, que son parlamentarias y, en general, más aptas suelen ser para terceros en discordia. O cuartos. O quintos.
Curiosamente, los K no dijeron ni mu. Un poco, seguro, porque tienen problemas mucho más grandes de que ocuparse en todos los frentes y otro poco porque no temerán que el ultraliberalismo anarco-libertario-histriónico de Milei y Espert les quite ni un solo voto. Los preocupados, desde el momento del anuncio, pasaron a ser los macristas más duros, que apuestan fuerte a la polarización para que octubre de 2021 no sea una elección de medio término cualquiera, sino, sobre todo, un plebiscito contra Los Fernández.
El sábado a la noche, cenando con Juana Viale en el programa de su abuela, Milei cruzó fuerte a Patricia Bullrich. Con su despeinada furia, reprendió a la ex ministra y actual titular del PRO por compartir la tertulia politiquera con el oficialismo, que tan cara le sale a la gente común. Cuando parecía que se la iba a comer de postre, la nieta de Mirtha debió tocar la campanita para poner orden. (Ya su mamá, Marcela Tinayre, una tarde había echado a Milei de su programa por NetTV, cosa que Juanita recuerda bien porque esa vez estaba como invitada y fue testigo de cómo el personaje maltrataba a la voluptuosa Sol Pérez).
Las aceitadas redes sociales del macrismo reaccionaron en defensa de Bullrich. El tuitero King Of Peronia (51.500 followers) posteó: “Es penoso que el liberalismo en Argentina sea representado por dos payasos como Espert y Milei. Su único mérito es haber obtenido el 1,7 % de votos. Menos que Del Caño. Es evidente que lo hacen por plata”.
Otro que se hace llamar Lanata PPT, pero no es Jorge Lanata, dijo: “La verdad, a Milei lo vota sólo el adolescente rebelde. Alguien que solamente grita deja mucho que desear. Desastroso el papel de Milei. Rescato a Bullrich y su frase: ‘Vos jugas para los K’.”
El abogado y politólogo Marcelo Gioffre se sumó, con nombre y apellido reales, para explicar eso último: “En 2021, Juntos por el Cambio renueva 9 bancas más que los K. Espert y Centurión por afuera no consiguieron ni un diputado en 2019, pero si esos votos hubieran estado dentro de JxC, por el cociente habrían aportado dos diputados más. ¿Se entiende por qué Milei juega para el Gobierno?”
Está dicho: Espert & Milei no son kirchneristas. Pero si en nombre de la libertad más absoluta las vacunas dañan, el Covid-19 no existe y la tierra es plana, por qué no va a ser posible que los chanchos vuelen y que ellos terminen dando la vida por Perón.
por Edi Zunino
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