Cuando arrancó la pandemia, Alberto Fernández intentó cerrar cualquier duda sobre el camino que elegiría, afirmando que la cuarentena estricta era la única forma de frenar el contagio. La mayoría de los políticos y los medios entendió lo mismo y crecieron las imágenes positivas de los mandatarios.
Quienes no lo hicieron fueron considerados terraplanistas, aunque luego la duración de la cuarentena estuvo en debate.
Escuchá la columna completa de Gustavo González desde la redacción de Radio Perfil.
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