Friday 19 de April de 2024
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A mí me encanta la “dictadura de los epidemiólogos”

POLITICA | Por Edi Zunino | 04 de May 11:48

Según indica nuestra historia hispano-americana, ya nos gobernaron monarcas hijos de los dioses, tiranos místicos, virreyes pretenciosos, caudillos pendencieros, estancieros, muchos pero muchos abogados, militares populistas, militares asesinos y hasta militares borrachines…, ya nos gobernaron representantes de las corporaciones, corruptos de escuelas económicas supuestamente enfrentadas... Tuvimos gobiernos y gobernantes de casi todos los colores… Nunca nos fue bárbaro... Hay consenso en que hace más de medio siglo nos va decididamente mal... Pero tras 45 días de cuarentena (lo cual en sí mismo expresa un desborde) ya hay una larga fila de espantados por la "dictadura de los epidemiólogos", fórmula solapadamente despectiva que viene a significar dos descalificaciones a la vez: primero, que Alberto Fernández no es democrático y, segundo, que la acción de la pandemia es mucho menos peligrosa que la inacción de la economía.

Nadie se anima a decir que el número de muertos no importa demasiado, porque si hay muertos por la economía van a ser muertos igual, pero surgidos de una mala decisión supuestamente humanitaria, mentirosamente humanitaria…

Es impresionante la cantidad de gente importante preocupada ahora por los costos criminales de la pobreza, como si la Argentina hubiera empezado a caer en picada recién el martes 3 de marzo pasado, cuando el Instituto Malbrán dio el primer resultado positivo para coronavirus en el país.

No es la primera vez que esos sectores nos hablan de su profundo interés por la Pobreza Cero… ¿Se acuerdan de la Pobreza Cero? Bueno, 35 a 0 perdimos y siguen hablando…

Me arriesgo a pensar que el problema de Alberto Fernández no es la dictadura de los epidemiólogos, sino que no trata la economía y la pobreza con criterio epidemiológico. Es decir, identificando el problema, poniéndolo en su contexto social y habitacional, definiendo un plan de acción y organizando a la población para cumplirlo voluntariamente… Si tomáramos a la pobreza como una enfermedad del sistema y no como una simple estadística, tal vez le encontraríamos la vuelta a eso de construir un país que tanto declamamos y tanto fracaso nos cuesta.

Los epidemiólogos son los estrategas de la infectología. Conocen el problema y saben cómo, por dónde y con qué velocidad ese problema es capaz de expandirse. Miren si tuviéramos economistas capaces de pensar con un método así, por lo menos parecido. Porque los epidemiólogos son, también, bastante economistas: su éxito para combatir el problema depende de la buena administración de recursos humanos, de recursos materiales y de tiempo.

Lo que tiene el epidemiólogo es un plan. Una estrategia y un paso a paso en el cual ir midiendo los resultados, las curvas y los picos de la vida real… Es exactamente lo que les falta a los economistas, empezando por los economistas del Presidente…

Lo que no hay en la mesa de los epidemiólogos es conflicto de intereses: todos son capaces de ceder posiciones porque lo esencial es atacar la pandemia, contenerla y lograr que el sistema no se rompa, porque si se rompe va a dejar gente afuera. Bueno, la Argentina que supimos construir es un sistema que ha dejado a la mitad de la gente afuera. No ahora. La viene dejando hace rato.

Los inteligentes, los piolas, los prácticos, los que tienen la posta, los exitosos… ahora se asustan de que la pobreza mata por culpa del dogma epidemiológico. O sea, es un problema con el cual no tienen nada que ver. Porque ellos siempre se lavan las manos.

 

por Edi Zunino

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