La crónica dice que las elecciones del pasado domingo en Portugal las ganó el oficialista Partido Socialista por mayoría absoluta, también que se vio obligado al adelanto electoral por el rechazo de los presupuestos por parte de sus ahora ex socios de gobierno.
Tumbar las cuentas públicas significa para Portugal no disponer de los fondos de recuperación asignados por Bruselas, unos dieciséis mil millones de euros.
Empujados por la derecha, y por su idealismo irrenunciable, las agrupaciones de izquierda rompieron lanzas con los socialistas y llevaron al país a una aventura electoral cuyo resultado peor no pudo ser.
Escuchá la columna de Sergio Manaut en Radio Perfil FM 101.9.
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