Ayer, el día empezó con un escandalete bastante desagradable que involucró a Francisco Cafiero, a Patricia Bullrich y a los principales referentes del macrismo puro y duro…
Resulta que Bullrich, ex ministra de Seguridad de Mauricio Macri y actual presidenta del PRO, venía cuestionando fuerte al kirchnerismo por no reaccionar con la misma vehemencia que lo hizo con el Caso Santiago Maldonado frente al reciente asesinato del peón tucumano Luis Espinoza por parte de personal policial.
Cafiero, que es hermano del Jefe de Gabinete y ocupa la Secretaría de Asuntos Internacionales para la Defensa, a las 10.06am de ayer publicó un tuit que decía:
“Siempre se condena el accionar violento y represivo de las fuerzas de seguridad, siendo gobierno u oposición. En buena hora que a @PatoBullrich le preocupe la violencia institucional. ¿Será que se preocupa en serio o se le fue la mano con el vino?”
¡Para qué! Hicieron cola para pegarle, y con toda la razón, Eduardo Amadeo, Waldo Wolf, Carolina Píparo y, por supuesto, el infaltable diputuit Fernando Iglesias.
l otro Cafierito funcionario se le soltó la cadena y se fue al pasto. El vino de más lo puso él, sólo para descalificar. Malísimo el vino. Terminó pidiendo disculpas en otro tuit a las 1.11pm: “Fue un exabrupto, no quise faltarle al respeto”… ¡Nooooo…! ¡Qué va! Si tratar de borracho a alguien en una discusión política no es una falta de respeto, ¿qué vendría a ser?
A la noche, Patricia Bullrich volvió a ser noticia, pero por su propio traspié. Convertida en adalid de los anti-cuarentena, la ex ministra de De la Rúa y Macri, volvió al benévolo espacio de Dieguito Leuco en TN para analizar la extensión del aislamiento en el AMBA hasta el 28 de junio, anunciada minutos antes por su compañero de partido Horacio Rodríguez Larreta y sus rivales Alberto Fernández y Axel Kicillof.
“No entiendo”, arrancó Bullrich y siguió: “Nos aislamos para frenar al virus, pero ahora cada día hay más contagios y se estira más la cuarentena”. Es evidente que no entendió nada. Una verdadera lástima, porque hay gente que la sigue y tendría todas las posibilidades de que Larreta o Diego Santilli o el didactísimo ministro de Salud, Fernán Quirós, le atiendan el teléfono para explicarle por qué insisten en trabajar coordinadamente y paso a paso con el gobierno nacional y el de la provincia.
Ni bien la escuché, le mandé un WhatsApp a uno de los más altos referentes del gobierno porteño para preguntarle si no le iban a salir al cruce. La respuesta no tardó en llegar:
-No compartimos para nada su mirada sobre la pandemia. Pero no hay tiempo para polémicas sin sentido, tenemos la obligación de manejar con seriedad esta situación complicada.
Traduzco al ministro… Algo muy grave está pasando en las alturas de la oposición. En el entorno más estrecho de Rodríguez Larreta no le encuentran sentido a discutir las barbaridades lanzadas por la principal autoridad partidaria, porque no es serio ni responsable lo que dice.
En la tele, Patricia Bullrich parece tener más autoridad que entre sus propios compañeros con tareas de gestión que, la verdad, mal o bien se la vienen jugando minuto a minuto en el terreno y en base a razonamientos científicos muy lejanos a la incontenible ignorancia de La Piba.
Columna de Edi Zunino para Radio Perfil FM 101.9
por Edi Zunino
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