Friday 29 de March de 2024
Perfil

Milagro sin doctor

PODCASTS | Por Edi Zunino | 02 de July 11:40

En un país hundido en la híper pobreza debería sonar perfectamente lógico y por qué no deseable que se involucre a esos mismos caídos del sistema en la solución de un drama que afecta tanto sus presentes como el futuro de toda la sociedad.

Y digo que la híper pobreza nos afecta a todos porque es muy difícil generar optimismo en un país donde todos los días, varias veces, sale por TV una publicidad de UNICEF que arranca diciendo: ¿sabías que la mayoría de los niños y los jóvenes de la Argentina son pobres?

Entonces, en ese contexto, digo que debería sonar como una buena noticia casi natural la idea de, por ejemplo, cooperativizar a los desempleados y excluídos de los barrios populares para que fabriquen cosas, incluidas sus propias casas y sus veredas y sus mínimas infraestructuras comunitarias. Suena a matar dos pájaros de un tiro: generar trabajo y, a la vez, servicios. Suena a dejar de regalar pescado para enseñar a pescar.

Pero esto es la Argentina. Por un lado, el multitudinario ejército de pobres genera distintas variantes de rechazo en un sector influyente y extendido de la sociedad. Y por el otro, la pobreza es concebida como un negocio para cierta militancia (o seudo-militancia) política, social y hasta religiosa. Ambos sectores (el pobrismo y el anti pobrismo) tienen representación institucional en el oficialismo y en la oposición, y retroalimentan el sinfín de una grieta que va adquiriendo cada día más rasgos clasistas.

En ese caldo que hierve y no para de hervir, las soluciones pasan a ser vistas como problemas y las mejores ideas pueden terminar representando las más perversas mascaradas. Más de una vez hemos tratado en este espacio el Caso Milagro Sala como un síndrome y, a la vez, un estigma. Es decir: hasta qué punto una gran idea de movilización y organización social en pos de buenas causas puede terminar en un carnaval de desmanejos de fondos para sostener proyectos partidarios y caudillismos personales que, procesamiento y prisión mediante, sólo terminan justificando a los detractores de las buenas ideas. Justificar la corrupción como método de financiamiento de la política y sus dirigentes es la otra cara de la misma moneda que esos proyectos cuestionan de la boca para afuera.

En las últimas semanas, dos periodistas de PERFIL, Ramón Indart y Julián D’Imperio, vienen investigando un nuevo caso por el estilo. Las facturas truchas en la Cooperativa Patria al Hombro, ligada al kirchnerismo del sur conurbano y patrocinada por un funcionario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, vuelven a revelar una trama de subsidios del Estado fuera de control. El caso les puso los pelos de punta al ministro Daniel Arroyo y también a su par bonaerense, el “Cuervo” Larroque. Recalentó, además, las diferencias entre los movimientos sociales ligados al Frente de Todos y generó chispazos en el gabinete nacional de Alberto Fernández: el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, acaba de suspender para su revisión una obra que vinculaba a la Cooperativa Patria al Hombro con fondos de las Naciones Unidas (ni más ni menos).

Si esto no se aclara pronto, puede ser una espantosa piedra en el zapato en este año electoral. Miren en qué redundó el Caso Sala, en Jujuy, desde el punto de vista de los resultados electorales. 

Para que nadie pretenda sumergir este comentario en la nube flatulenta del anti peronismo, y ya que estamos en fecha para recordar a Juan Domingo Perón, voy a citar dos frases del líder, cuando no estaba embalsamado y tenía sus manos puestas.
Una:
•    “El socialismo no es una fuerza malintencionada. Es una fuerza bienintencionada a la que los hombres han deformado y terminado de destruir”.
Otra:
•    “El hombre es bueno, pero si se lo controla es mejor”.

Al que le caiga el sayo, que se lo ponga. Pero volvamos a lo actual y muy importante. La híper pobreza es una enfermedad grave que genera metástasis más graves aún. Por eso: el remedio, muchachos, no debe ser peor que la enfermedad.

por Edi Zunino

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