Wednesday 24 de April de 2024
Perfil

James A. Robinson: "La lógica argentina es que si sos presidente debés tener tu propia Corte Suprema"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 25 de February 15:36

Su libro ¿Por qué fracasan las naciones?, escrito con Daron Acemoglu, con quien escribió también Un pasillo estrecho, es un clásico de la politología moderna. Estudió Economía y Ciencia Política en la London School of Economics, se doctoró en la Universidad de Yale y su primer trabajo como profesor lo consiguió en la de Melbourne (Australia). Conoce la realidad latinoamericana como pocos académicos de los Estados Unidos; tanto, que analiza la gestión del kirchnerismo y Cambiemos y la compara con otras experiencias globales.

En uno de sus panoramas en PERFIL, el sociólogo Carlos De Angelis toma la idea de la “sociedad del cansancio” del filósofo Byung-Chul Han. Pero agrega que la carrera por el éxito de todas las sociedades modernas, en Argentina, se transforma en una “carrera de obstáculos”. ¿Es eso lo que ustedes analizan en el capítulo “El leviatán del papel”, en “El sendero estrecho”, sobre las limitaciones de Argentina?

—Argentina padece un síndrome, muy común en muchas sociedades poscoloniales de todo el mundo, en América Latina, en el África subsahariana o en el sur de Asia, donde se da simultáneamente un Estado débil conjugado con una sociedad débil. Hay Estado muy malo para hacer cosas básicas en términos de proporcionar bienes públicos. Es muy clientelista y es incapaz de articular aspiraciones colectivas y de actuar en conjunto para mejorar las instituciones, salvo de forma espasmódica. Es lo que llamamos el leviatán de papel. La terminología viene de Mao Zedong, cuando decía que Estados Unidos era un tigre de papel: parecía un tigre pero era de papel. Encabezamos el capítulo con una investigación del sociólogo argentino Javier Auyero, sobre el funcionamiento del Estado en Buenos Aires. Es una etnografía fantástica. La buena noticia desde la perspectiva de nuestro libro es que hacemos mucho hincapié en este equilibrio entre el Estado y la sociedad y en cómo hay que conseguir ese equilibrio. Argentina está en realidad mucho más cerca de donde debe que países como China o Vietnam, o lugares como Somalia o la República Centroafricana, o Yemen en Arabia.

—En un reportaje de esta misma serie, Steven Levitsky dijo que el peronismo dejó de ser un partido laborista y se transformó en clientelar. ¿Argentina es la suma de un Estado y una sociedad clientelar?

—Juan Domingo Perón fue bastante clientelista desde el comienzo de su movimiento. No creo que fuera un programa. Por supuesto, tenía los elementos ideológicos y eso sigue ejerciendo un poder de atracción. El clientelismo fue un factor persistente en el peronismo y en gran parte de la política argentina y latinoamericana. Se remonta a mucho antes de los años 70 o de los 80, o de cuando habla el profesor Levitsky, cuando el movimiento sindical se derrumbó a manos de los militares y la crisis económica consecuente. Ese tipo de construcción del Estado y de la relación entre el Estado y la sociedad era algo muy arraigado en la historia latinoamericana y no específico de Argentina. En Colombia no hubo un movimiento obrero ni partido que apoyara al movimiento obrero, pero se ve un tipo muy similar de relaciones entre el Estado y la sociedad. Las raíces deberían buscarse en la construcción del Estado colonial y poscolonial en América Latina.

—¿Cómo describiría al leviatán argentino?

—Cuando introdujimos este concepto del leviatán de papel, pusimos foco en tres casos. Uno en el que el Estado domina a la sociedad, como China: el leviatán despótico. Otro en el que la sociedad domina al Estado: lugares como Yemen, donde no hay Estado. Es una sociedad que ejerce el poder, está armada y tiene fuerza militar. Es el leviatán absoluto: el Estado es una inexistencia. Y luego, en medio, está este leviatán encadenado, donde el Estado y la sociedad se equilibran. Pero llegamos a Argentina, a América Latina. Argentina no encaja en ninguno de esos casos. Nos llevó a buscar otros mecanismos. En las ciencias sociales, uno trata de mantener las cosas lo más simples posible; pero a veces, inevitablemente, hay que complicarlas. Intentamos llegar lo más lejos posible con la distinción básica. Pero descubrimos que no explica todo en el mundo. Así surge la idea del leviatán de papel.

Escuchá la entrevista completa en Radio Perfil FM 101.9. 

 

por Jorge Fontevecchia

Galería de imágenes

Comentarios

Espacio Publicitario

Espacio Publicitario