Tuesday 23 de April de 2024
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Jaime Perczyk: ''El problema es la política educativa, no es lo que hagan o dejen de hacer los sindicatos"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 16 de February 16:47

Al ser designado ministro de Educación de la Nación tras la crisis interna por la derrota del Gobierno en las PASO, muchos dijeron que viene textualmente una aplanadora por su condición de profesor de Educación Física, ex deportista de elite y medallista a nivel panamericano. Además de licenciado en Educación Física por la Universidad Nacional de Luján, tiene un posgrado en Ciencias Sociales y Humanidades por la Universidad Nacional de Quilmes. Siendo rector de la Universidad de Hurlingham, presidió el Consejo Interuniversitario Nacional. Fue director nacional de Políticas Socioeducativas (2007-2009), jefe de asesores de gabinete del ministro de Educación (2009-2011), secretario de Educación, jefe de Gabinete y viceministro de Alberto Sileoni, entre 2011 y 2015.
 

¿Fue un error la poca o nula presencialidad de 2020?
Primero hay que separar la universidad del resto del sistema, de lo que llamamos educación obligatoria; vamos a poder hacer una evaluación plena de lo que había que haber hecho, no solo en educación, sino en economía, en salud o en cultura, en la política, una vez que salgamos de la pandemia. Hoy todas las evaluaciones son, por un lado, provisorias. Lo que a mí me ocupa, me preocupa y me tiene que ocupar es lo que tengo que hacer para adelante. La gestión no te permite volver todo el tiempo para atrás y pensar cómo había que haber hecho eso. Se hace en acto y es casi una vinculación entre praxis y teoría. La gestión desde nuestra perspectiva es hacer en un marco doctrinario, pero es hacer, y nosotros tenemos que ver desde aquel 20 de septiembre que juré como ministro, cómo recuperábamos la presencialidad: cada día más espacio. Ya hemos logrado construir un gran avance en términos de presencialidad, en términos institucionales, en cada escuela, en cada universidad, y hemos logrado construirlo en términos políticos, con consenso para la presencialidad. El 2 de marzo lo hemos construido con otros 24 ministros de Educación de todas las provincias y con casi 130 rectores y rectoras. Hemos acordado un ciclo lectivo de 190 días de clase que esperemos, yo le pongo el adjetivo a ese ciclo lectivo, que tiene que ser reparador, no tiene que ser un inicio; un ciclo lectivo que sea reparador. 

Independientemente de que el pasado no se puede modificar, ¿para construir un futuro no se precisa un diagnóstico? Una línea se hace con dos puntos y para ir para adelante hay que tener la de atrás. Y hablabas de las cuestiones también políticas: Juntos por el Cambio, en sus diversas expresiones, tomó la no presencialidad como un eje de campaña. ¿Tuvo un efecto electoral la estrategia que se tomó en ese caso?
Permíteme que te discuta la primera afirmación, que es geométrica y es euclidiana. El quinto postulado no ha demostrado si por un punto pasa una recta o infinitas. Entonces es una discusión, y la vida social es más compleja que definirla euclidiana o geométrica. Objetivamente, acá hubo un proceso electoral, lo perdimos nosotros. Yo soy peronista y creemos absolutamente en la expresión del soberano, que es categórica: el soberano es el pueblo cuando se manifiesta. Y el pueblo nos dijo que había una insatisfacción con lo que habíamos hecho nosotros. Y eso tiene un nivel de complejidad enorme. Nuestra conducción ha tomado determinadas definiciones. Tenemos que caminar en esas definiciones de crecimiento económico, desarrollo social, política educativa, política industrial, política de varias dimensiones. A mí me toca un mensaje a la educación. Eso es evidente, en un contexto muy difícil también hay que decirlo, porque si no pareciera ser que es el problema del oficialismo argentino, fue el problema de los oficialismos porque la pandemia trajo una excepcionalidad enorme a nuestra vida, a la vida humana. Y me parece que eso requiere un análisis más profundo, que lo haremos, insisto, cuando salgamos de la pandemia, que vamos a salir. Pero hoy lo que tenemos que ver es cómo nos reconstruimos. 

La agencia Bloomberg publicó un informe en el que dice: “El año pasado se calculó que el costo de la educación a distancia es tal que, según un estudio de la alianza entre la Unesco, el Banco Mundial y Unicef, esta generación de estudiantes a nivel global corre el riesgo de perder cerca de US$ 17 billones del total de los ingresos que percibirán durante toda su vida, lo que equivale al 14% del PBI mundial. La situación es aún más grave que la que se calculaba en 2020, cuando las cuarentenas pasaron a ser parte del día a día y se midió que el costo llegaría a US$ 10 billones. Un estudiante medio perdería US$ 25 mil en ingresos a lo largo de su vida”. ¿Coincidís con este análisis?
Hay que reparar. Hay otro estudio de Unesco que dice que en septiembre del año pasado había 500 millones de chicos que en 2021 no aprendieron a leer ni a escribir. En Argentina cayó, el año 2020, 10% el PBI y en 2021 crecimos 10%. O sea, ese es el esfuerzo enorme, grandísimo, que hizo toda la sociedad argentina para estar igual. Todos sabemos que la humanidad perdió y que nosotros perdimos. El mundo es más desigual, la Argentina es más desigual. Hay chicos que tienen una computadora cada uno, que tienen conectividad en la pieza, que hay una mesa y un escritorio para estudiar, pero en el mismo país, y a pocos kilómetros de distancia, hay chicos que tienen un celular por casa, que no tienen datos, que no hay conectividad. Hay lugares en Argentina en los que no hay datos. Un pibe, una piba, no puede sostener una clase a distancia cuando no hay datos. La pandemia trajo un desorden enorme en la sociedad argentina, y eso hay que repararlo. Y para eso hace falta política, y política pública. 

Escuchá la entrevista completa en Radio Perfil FM 101.9.

por Jorge Fontevecchia

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