Friday 29 de March de 2024
Perfil

Guido Sandleris: "En el Frente de Todos no terminan de encontrar una estrategia para crecer"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 16 de September 08:00

Fue el último presidente del Banco Central de Macri, le tocó implementar el plan del Fondo Monetario Internacional de emisión cero y lo opuesto: colocar el cepo después de las PASO de 2019. Lebac, Leliq, licuación, y un eventual plan de desagio en 2023.

Sobre tu libro para jóvenes “Por la camiseta”, decís que el equipo debía “lograr lo más difícil, dejar de ser un grupo de chicos que juega a la pelota para convertirse en un verdadero equipo de fútbol. El fútbol es en muchos casos casi como una maqueta de algunos aspectos de la vida. Nos resume en un ratito muchas de las cosas que suceden: el rol del azar, la importancia de la cooperación, la refutación de creencias”. Se habló mucho de la metáfora del “mejor equipo de los últimos 50 años”. ¿Qué falló? ¿El rumbo o el método? 
Cuando uno pasa por un cargo de responsabilidad se pregunta qué pudo haber hecho mejor o distinto para que las cosas salieran mejor. Tengo muy claro que los resultados económicos de la gestión de Mauricio Macri estuvieron por debajo de lo esperado. Tengo plena conciencia de que mucha gente se sintió desilusionada. Hay varios elementos para entender qué pasó, qué llevó a ese resultado. Salir de muchos años de populismo no es fácil. Es muy difícil corregir en cuatro años desequilibrios de décadas. Hubo exceso de confianza en el diseño inicial de la política económica en cuanto a la capacidad de corregir rápidamente desequilibrios de tantos años. También se falló en ese inicio en describir con mayor claridad lo difícil de esa herencia recibida. Posiblemente ahí hubo un error en no ser más claros sobre la situación. Si bien no había explotado una crisis en 2015, la situación era muy compleja. Si no se hacían cambios, venía esa crisis. Ese planteo inicial de reducir lentamente el déficit fiscal fue demasiado gradual. 

De hecho, inicialmente hasta aumentó.
Depende de cómo se mida. No es tan así. Hay un concepto muy importante, el de déficit fiscal pasivo, o resultado fiscal pasivo. No como da el año anterior, sino como quedaría el siguiente, 2016, si no se tomaran medidas. Había una serie de decisiones de la Corte Suprema de Justicia, que Cristina Fernández de Kirchner no había apelado, de fondos para las provincias, y otra serie de elementos no computados y que empujaban el resultado fiscal de 2016.

¿Hubiese aumentado más sin Macri? 
Hubiese aumentado y se disminuyó ese resultado pasivo. Pero se tendría que haber hecho un poco más. Entiendo las limitaciones políticas. El gobierno de Macri fue elegido por un margen muy estrecho, un punto y algo en el ballottage. Tenía minoría en Diputados y Senado, y muy pocos gobernadores en los que apoyarse. No fue elegido con un mandato de reforma profunda, algo que tal vez resulte contradictorio con el nombre. Fue Cambiemos, Juntos por el Cambio, pero esa elección no le había dado mandato para una reforma profunda. Ese inicio de poca corrección del desequilibrio fiscal fue un problema, aun entendiendo las limitaciones. También hubo un exceso de confianza en el diseño del esquema monetario cambiario en ese inicio. Fue un esquema que tenía como prerrequisito para funcionar adecuadamente que la corrección del desequilibrio fiscal sea exitosa. Si se toma un período que excede al gobierno de Mauricio Macri y al de Cristina Kirchner, la Argentina tuvo déficit fiscal en 45 de los últimos cincuenta años. El Estado gastó más de lo que recaudó por impuestos en 45 de los últimos cincuenta años. Si miramos el resultado fiscal primario, excluyendo los intereses de la deuda, fue en 37 de los últimos cincuenta. Con esos antecedentes, el esquema monetario cambiario tomó demasiados riesgos.

 

por Jorge Fontevecchia

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