Friday 29 de March de 2024
Perfil

Fabián 'Pepín' Rodríguez Simón: "La relación de Alberto Fernández con Indalo es más que promiscua"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 27 de May 20:27

Está convencido de que lo persigue una mafia paraestatal, de la que Alberto Fernández o Cristina Kirchner son instrumentos. Desde Uruguay, cuenta los detalles que lo llevaron a solicitar refugio, algo sin antecedentes en la democracia, un derecho que utilizó, por ejemplo, Evo Morales cuando fue el golpe en Bolivia. Niega haber sido parte de una mesa judicial macrista y tener relación con la salida de Alejandra Gils Carbó. Afirma que tampoco tiene nada que ver con el intento de compra de C5N. Habla de la simpatía personal que siente por Juan Grabois y de las columnas que escribió en Página /12.

La Ley 18.076 de Uruguay dice que “será reconocido como refugiado toda persona que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de pertenencia a determinado grupo étnico o social, género, raza, religión, nacionalidad u opiniones públicas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda, o a causa de dichos temores no quiera, acogerse a la protección de tal país o que, careciendo de nacionalidad y hallándose en consecuencia en tales acontecimientos fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda, o a causa de dichos temores no quiera, regresar a él. Ha huido del país de su nacionalidad o, careciendo de nacionalidad, ha huido del país de residencia porque su vida, seguridad o libertad resultan amenazadas por violencia generalizada, la agresión u ocupación extranjera, el terrorismo, los conflictos internos, la violación masiva de los derechos humanos o cualquier otra circunstancia que haya perturbado gravemente el orden público”. ¿Cómo se encuadra en este marco tu situación específica?

—Me encuentro fuera de Argentina, en Uruguay. Hechos sobrevinientes allí me crearon temores fundados de perder mi libertad debido a mis opiniones políticas. La actividad es la forma de expresar las opiniones políticas. Al pedir refugio, renuncio a la protección y al derecho de Argentina. Lo hago porque siento que padezco una persecución política y que esa persecución es por mis opiniones. Tengo fundados temores de que perdería la libertad indebidamente si volviera al país. Eso encuadra perfectamente en el primer inciso que leíste; el segundo no sería el caso.

¿Cuánto hace que un argentino no pide asilo político en el extranjero? 

—No lo investigué porque estaba acá en Uruguay. Leí que desde 1983 que no lo pide nadie. Al menos en Uruguay. Acá sé que hay distintas protecciones internacionales a la libertad y a los derechos fundamentales. Uno es el refugio, hay otros mecanismos. Acá en Uruguay lo pidieron hace poco unos estudiantes paraguayos que guardaban armas, después en Argentina está también con el tema del refugio de un chileno, Pedro Apaolaza. No conozco bien el caso, pero está hace más de ocho años en Argentina. Se le imputa o fue condenado por haber matado gente. El caso más reciente que tiene que ver con esta institución de refugio es el de Evo Morales. Cuando Evo renunció a la presidencia, a fines de 2019, obtuvo asilo diplomático en la Embajada de México. Una vez que llegó allí, el 13 de diciembre de 2019, pidió también asilo en Argentina. Felipe Solá, el canciller, se lo concedió de inmediato. Apenas entró, firmó la solicitud de refugio, otra institución parecida al asilo. Desde el momento en que firmás la solicitud, ya contás con la protección. Lo dijo Solá mismo: “No pueden extraditar a Evo, porque solicitó el refugio en Argentina”. Evo tenía algún problema de extradición, vinculado a abuso de menores. Desconozco si era una causa real o inventada.

Escuchá la entrevista completa en Radio Perfil FM 101.9

Segunda Parte

 

por Jorge Fontevecchia

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