Thursday 28 de March de 2024
Perfil

El día de la marmota: para ver una y mil veces

PODCASTS | Por Carlos Piro | 02 de February 14:26

Cada película genera en cada espectador algo distinto, más allá de lo buenas o malas que sean. Pero hay un grupo de películas, como la saga de El padrino, Esperando la carroza o cualquiera de la interminable Star Wars, que son adictivas y cada vez que las enganchamos durante un zapping, no podemos dejar de verlas.

Este 2 de febrero tenemos que recordar a otra que integra esta lista de películas adictivas, que por más que hayamos visto mil veces y conozcamos el final, no podemos dejar de verlas: El día de la marmota, o como se llamó originariamente en la Argentina, “Hechizo del tiempo”.

La película que protagonizan Bill Murray y Andie MacDowell cuenta la historia de Phil, el especialista en el clima de una cadena de televisión, que como todos los años, le toca cubrir el día de la marmota en un pueblo impronunciable para mí. En el viaje de regreso, Phil y su equipo se ven sorprendidos por una tormenta que los obliga a regresar al lugar. A la mañana siguiente, al despertarse, comprueba que comienza otra vez el Día de la Marmota, y así sucesivamente. 

Es la gran pesadilla de cualquier periodista: cómo hacer atractiva una noticia que sucede siempre igual. Una noticia que se vuelve rutina, deja de ser noticia. Pero por algún motivo, hay que hacerla. Y la peor pesadilla de un periodista es que su nota sea rutinaria, predecible, con un final que se sabe de antemano sin necesidad de ningún spoiler.

La pesadilla de repetir la nota y de repetir la historia, se convierte en otra cosa para este 2 de febrero de 2021 y a la gente que programa Paramount Network se le ocurrió el chiste de dar la película durante todo el día, una suerte de maratón o de loop, aunque yo prefiera recordar los viejos cines de barrio que daban sus funciones “En continuado”.

Se dice que el genial protagonista, Bill Murray, que consideró al guión de “El día de la marmota” como el mejor guión que vio en su vida, se peleó con su amigo, el director Harold Ramis, porque quería darle un tono más oscuro y pesadillesco a la película, quizá más cercano a una historia de Franz Kafka, como algunos la entendemos, que a una comedia romántica. Pero la diferencia de lectura le costó al director y al actor 20 años de distanciamiento. El director se salió con la suya, pero algo de kafkiano y de inexplicable mantiene la película que le da un toque único y distintivo. Si no la viste, tenés que verla. Si ya la viste, no vas a resistir la tentación de volver a verla.

por Carlos Piro

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