En su lugar asumió interinamente el general Alejandro Agustín Lanusse.
Fue presidente de facto entre 1966 y 1970, y después de Videla, fue el militar que más duró en el poder. Su llegada a la presidencia estuvo marcada por la llamada “Revolución Argentina”, donde derrocaron a Arturo Illia luego de que revocara la proscripción del peronismo.
A fines de junio del 66, la junta militar integrada por el teniente general Pascual Pistarini, el almirante Benigno Ignacio Varela y el brigadier general Adolfo Teodoro Álvarez, designaron a Juan Carlos Onganía como presidente de la Nación Argentina.
Según los objetivos de la “revolución argentina”, había que priorizar el tiempo económico, donde se buscaría destrabar el desarrollo industrial, para luego dedicarse al tiempo social y político donde, según la junta militar, se redistribuiría la riqueza y así se llegaría a una apertura democrática.
Durante su mandato ocurrió la Noche de los Bastones Largos, y el Cordobazo. Dos hitos que marcaron la historia argentina.
Un año antes de ser derrocado, su gabinete entero renunció, producto de una crisis política y económica que no pudo redireccionarse.
El secuestro y asesinato del teniente general Pedro Eugenio Aramburu por parte de la agrupación Montoneros, que fue el 29 de mayo de ese mismo año, terminó de debilitar su gobierno y el 8 de junio los 3 comandantes de las fuerzas armadas depusieron al general.
Debió dejar su renuncia de forma personal en la sede del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Locución de Pita Fortín para Radio Perfil.
por Radio Perfil FM 101.9
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