Se trató del cuarto magnicidio que sufrió ese país junto a Abraham Lincoln, James Garfield y William McKinley. A las 11:40 aterriza el avión Air Force One en el aeropuerto Dallas Love y la comitiva presidencial aborda un automóvil hacia el centro de la ciudad. En él, estaban la primera dama, Jacqueline, y el gobernador de Texas, John Connally, además de la seguridad presidencial.
A las 12:30 del mediodía, en la plaza Dealey, se produjeron los tres disparos contra el presidente. El primero impactó en la calle y rebotó en el cemento, hiriendo al testigo James Tague. El segundo proyectil impacta a Kennedy por su espalda y sale por su garganta. La misma bala daría contra el gobernador, aunque sobrevivió. El tercero y último da contra el hueso parietal derecho del jefe de Estado. Tras esto, el auto presidencial fue hacia el hospital Parkland, aunque nada se podía hacer para salvar al mandatario, y se decretó la hora del fallecimiento a las 13 horas de Dallas. Tras la autopsia, se le realizó un funeral de Estado primero en la Casa Blanca, y luego al Capitolio para que fuera despedido por cientos de miles de personas.
El presunto asesino fue Lee Harvey Oswald, quien, minutos después de los disparos mortales a Kennedy, asesinó al oficial de policía J.D. Tippit, para luego ser arrestado en una sala de cine donde se ocultó. Se lo acusó del magnicidio y negó los cargos. Dos días después del hecho, Oswald fue asesinado por el dueño de un club nocturno cuando era trasladado a declarar a los tribunales.
Años después, un militar norteamericano llamado James Earl Files declaró haber sido el autor del tercer disparo a Kennedy desde un montículo en la plaza Dealey, exculpó a Oswald, y sostuvo que colaboraron asesinos de la mafia y la CIA.
El 22 de noviembre de 1963 fue asesinado en Dallas, Texas, el presidente de los Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy.
La historia también es noticia. Radio Perfil.
Guión de Lucas Boltrino. Locución de Pita Fortín.
por Radio Perfil F.M. 101.9
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