La joven, su familia y acompañantes habían sido arrestados por la "policía verde" el 4 de agosto de ese año, y fueron trasladados desde el tren de Westerbork. Mientras tanto, las ciudadanas neerlandesas que los habían protegido encontraron y guardaron su diario y otras anotaciones.
Apenas un mes después, fueron llevadas a Bergen Belsen, en la región de Baja Sajonia. Al igual que las demás mujeres que no fueron seleccionadas para morir de forma inmediata, Ana fue obligada a permanecer desnuda, a que le rapen la cabeza y a que le tatuaran el número de identificación en el brazo.
En ese campo, Ana se hizo amiga brevemente de dos niñas: Hanneli Goslar y Nanette Blitz, que sobrevivieron a la guerra. Ellas contaron que la joven estaba completamente calva y muy temblorosa, pero que se encontraba más preocupada por su hermana Margot que por ella misma.
En febrero de 1945, una epidemia de tifus se propagó por todo el campo. Los testigos en el lugar contaron que Margot, muy debilitada por la enfermedad, se cayó de su cama y murió debido al golpe. Unos días después, el tifus acabó también con la vida de Ana. Apenas dos meses antes de la liberación del campo por parte de las tropas británicas.
El padre de Ana, Otto Frank, sobrevivió y regresó a Ámsterdam, pero fue recién en julio de 1945 cuando la Cruz Roja confirmó las muertes de ella y de Margot. Tras esto, Miep Gies su secretaria, le dio el diario de su hija, y tiempo después logró publicarlo para convertirse en uno de los registros más famosos de la guerra y de su impacto en los seres humanos.
El 2 de septiembre de 1944, Ana Frank era enviada al campo de concentración de Auschwitz.
La historia también es noticia. Radio Perfil.
Guión de Lucas Boltrino. Locución de Pita Fortín.
por Radio Perfil FM 101.9
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