El 17 de agosto de 1998, Bill Clinton admitió haber tenido “relaciones físicas impropias” con la becaria de la Casa Blanca Monica Lewinsky.
Tres años antes, Lewinsky, graduada de psicología del Lewis & Clark College, fue contratada para desempeñarse como pasante en la sede gubernamental. En ese tiempo y siendo una de las secretarias del Despacho Oval, comenzó a tener una relación cada vez más estrecha con Bill Clinton.
La cercanía entre el presidente de Estados Unidos, de 49 años, y la becaria, de 22, era un secreto a voces en la Casa Blanca, por los que los jefes de Lewinsky la trasladaron al Pentágono para evitar un potencial escándalo público.
El escándalo, sin embargo estalló. Fue en enero del 98, cuando una amiga íntima de ella, Linda Tripp, presentó unas grabaciones al FBI en donde Lewinsky relata los encuentros sexuales entre ambos. La noticia se conoció públicamente el 17 de enero en la web de noticias Drudge Report y cuatro días más tarde en The Washington Post.
Conocidos los hechos, Clinton convocó a una conferencia de prensa en donde negó haber tenido relaciones sexuales con Mónica Lewinsky.
En el 96, Linda Tripp era funcionaria del Pentágono y rápidamente se hizo amiga y confidente de Lewinsky. La joven becaria comenzó a contarle todo acerca de sus encuentros íntimos con el presidente. Tripp, en tanto, sabía que Clinton tenía dos denuncias por acoso sexual iniciadas por Paula Jones y Kathleen Willey.
Por consejos de amigos, Tripp comenzó a grabar todas las conversaciones telefónicas que mantenía con Lewinsky alcanzando 20 horas de grabación en cassette. Cuando Clinton negó en el caso Jones haber tenido relaciones sexuales con Lewinsky, la funcionaria del Pentágono le entregó las cintas al fiscal Kenneth Starr, quien llevaba adelante la demanda.
Pero aún faltaba la prueba contundente. Lewinsky, por consejo de Tripp, había conservado sin lavar un vestido azul que había utilizado en uno de los encuentros sexuales con Clinton. El ADN en la ropa de la becaria fue el golpe de nocaut para Clinton. El presidente norteamericano admitió en un testimonio grabado ante el gran jurado el 17 de agosto de 1998 que había tenido una "relación física inapropiada" con Lewinsky. Esa misma tarde, dio un discurso televisado en el que reconocía el escándalo.
Finalmente, Clinton logró ser absuelto del proceso de destitución iniciado por perjurio y obstrucción a la Justicia, aunque recibió una multa de 90 mil dólares por falso testimonio. La demanda de Jones también fue resuelta con dinero.
Mónica Lewinsky, en tanto, comenzó a dar charlas motivacionales a mujeres víctimas de acoso sexual en donde reveló en varias ocasiones haberse sentido la mujer más humillada del mundo.
El 17 de agosto de 1998, Bill Clinton admitió haber tenido “relaciones físicas impropias” con Monica Lewinsky.
La historia también es noticia en Radio Perfil.
Locución de Pita Fortín. Guión de Javier Pasaragua
por Radio Perfil FM 101.9
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