Friday 29 de March de 2024
Perfil

Durán Barba: casi todo el gobierno de Macri trabajaba hasta las seis o siete

PODCASTS | Por Edi Zunino | 03 de June 12:17

El fin de semana, Mauricio Macri estuvo comiendo con Juanita Viale y levantó mucha polvareda cuando dijo que, mientras fue Presidente, trataba de desconectarse a eso de las 6 o las 7 de la tarde y ponía Netflix. Le pregunté a Jaime Durán Barba si, más allá de lo que le puedan decir sus habituales críticos, a Macri le hace malo le hace bien confesar esas cosas. 

Esto me dijo el consultor ecuatoriano:
“A los políticos solemnes les enoja. A la gente normal, no le parece mal. No solamente era él: casi todos los funcionarios del gobierno de Macri eran así. Para mí, eso era muy extraño porque he vivido en México y allí es al revés: los políticos despiertan a las 6 de la tarde y terminan en cenas secretas en la casa de fulano y del otro y se pasan amarrando y haciendo pactos hasta la madrugada”.

Durán Barba dice que se ocupó mucho de trabajar ese aspecto de “persona normal” en Macri. Todos recordamos el significado electoral que adquirió aquella foto en mangas de camisa saltando un charco entre los baches de un barrio popular. A Durán lo obsesiona el llamado “síndrome de hubrys”, que suele aislar de la realidad a los poderosos. La charla que tuvimos fue por Zoom, él desde su departamento en Quito, lo que le recordó una anécdota personal que viene al caso, de cuando fue ministro en su país del expresidente Jamil Mahuad, quien le había dado la misión de negociar el fin de la guerra con Perú.

Me cuenta Durán Barba: 
“El primer día que bajé de este departamento donde estoy, siendo funcionario, había esperándome un carro de la marina, uno del ejército, uno de la fuerza aérea, una ambulancia, ocho motos de la policía y pregunté: ‘¿Y esto?’. Y me dijeron: ‘Es su escolta, porque la ley dice que usted debe estar custodiado por las cuatro armas. Además, estamos en guerra y tenemos que cuidarlo más…’. Enseguida le dije al Presidente: ‘Yo payaso no soy… Hagamos así: que venga uno solo de cada fuerza, todos sin uniforme y en un solo móvil y cumplan la ley’. Cuando te empiezas a pasar los semáforos en rojo y a estar rodeado de gente que te llama ‘excelentísimo’ te creés Dios y quedás idiotizado. Yo soy una persona normal: paro en los semáforos, voy a mi empleo… Porque, si no, te alocas. El poder atonta casi siempre. Es rarísimo que no suceda. A Mauricio, con quien trabamos una linda amistad desde 2005, le decía siempre: ‘Cuando seas Jefe de Gobierno, acordate de que eres un ser humano, una persona normal…Y cuando seas Presidente lo mismo. Este es un empleo que se acaba en poco tiempo, no tiene ninguna importancia”.
Bueno, parece que alguna importancia debe tener, porque los que pasaron por ahí quieren quedarse o “volver mejores”, como se dice ahora. Macri sacó un libro que se llama “Primer tiempo”, lo cual promete que de algún modo se prepara para jugar el segundo. Y del otro lado está Cristina, que volvió como vice haciendo campaña también con un libro, aunque, mucho más que en los libros, Macri y CFK se parecen en el volumen con que confrontan todo el tiempo, echando leña al fuego de un desencuentro que lo contamina todo y que impide pensar en la posibilidad de acuerdos de mediano y largo plazo para sacar al país del desquicio. 

Durán Barba dice que él no le enseño eso a Macri y que los dos deberían bajar un cambio, ya que no se los puede negar como actores centrales de este tiempo:
“Yo estoy muy cerca de Macri desde el año 2005, durante todo su período como Jefe de Gobierno porteño. Y soy muy amigo de las estadísticas. Si allanas los periódicos de esa década, mira cuántas veces Macri habló de Cristina: no llegó a ser una vez por mes, nunca; cuánto atacó a Cristina: nunca. Yo me sentaba con grandes personajes de la prensa y de la empresa privada en la Argentina que me decían: “Pero Macri es un cobarde. Nunca va a ser el líder del anti cristinismo porque no la insulta. Nunca la insultó. Es un tipo de actitud que no significa no hacer oposición. Hacía oposición inteligente. Cristina, en cambio, es una persona que tiene una psicología muy fanática. Siempre estuvo tirando piedras, siempre. Ahora, ellos tienen un estilo confrontativo brutal que deberían controlar un poco. ¿Pero cuántas veces habló Marcos Peña de cómo gobernaba la señora Alicia Kirchner en la provincia de Santa Cruz? Nunca. ¿Cuántas veces habla Cafiero de cómo gobierna Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad de Buenos Aires? Todos los días”.

Más allá de lo que le digan, Jaime Durán Barba se excusa de la bendita grieta como quien dice “yo no fui”. Más allá de lo que haya sucedido, parece insinuar que aquello no va más. Y que si Macri insiste en eso ahora, también él fue.

por Edi Zunino

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