Friday 29 de March de 2024
Perfil

Cómo sacar lo mejor de vos en tiempos de incertidumbre

PODCASTS | Por Paula Cabalén | 04 de May 19:57

De un día para otro, hace mas de dos años, la vida de todos los individuos de esta tierra cambió.

Nadie hacía lo que solía hacer, todos tuvimos que acomodarnos a nuevas rutinas, no hubo tiempo de adaptación y cada uno hizo lo que pudo y estaba al alcance.

Desde el punto de vista personal, cambió la forma de trabajar, la de vestir, la de compartir o no con la familia, amigos o parejas.

Hubo pérdidas, hubo ganancias, hubo cambios que aún se está digiriendo. De algo estoy segura y es que nadie es la misma persona.

Para quien trabajaba en forma remota, su vida no tuvo el mismo impacto para quienes no lo hacían. Las personas aprendieron a tener una nueva agenda, a reorganizarse, a reinventarse.

El tema que hoy quiero tocar es el de aquellos que trabajaban para una compañía, estuvieron en casa, aprendieron otras cosas y otra forma de vida, y ahora tienen que regresar a la supuesta normalidad.

Qué pasa con aquellos que se dieron cuenta de que podían hacer ejercicio, yoga, meditar, preparar su comida, compartir tiempo de calidad (o no) con los hijos y pareja, y ahora tienen la orden de regresar a la oficina.

Estudios recientes en Estados Unidos indican que el 40% de los empleados o colaboradores que se sientan obligados a regresar a la presencialidad están dispuestos a renunciar.

Otras personas se dieron cuenta de que se abrió la posibilidad a un trabajo remoto que permite traspasar fronteras, y ganar en otra moneda brindando servicios remotos, ¿Por qué regresar entonces a una oficina?

Por donde lo veamos, todos estamos en esa disyuntiva, ya sea quienes empleamos personas y quienes tienen que adaptarse a regresar.

Mi mirada sobre este tema es la importancia de que las empresas y las personas inviertan en autoconocimiento. Se que puede sonar a algo de largo plazo, y lo es.

¿Para qué quisiera yo como empresa tener personas que no se sienten a gusto estando en mi organización?  Y como ser humano, preguntarte también, ¿qué quiero hacer? ¿Es esto lo que quiero para mi vida?

Mas allá de no tener la respuesta en forma inmediata, es bueno hacerse la pregunta para salir así del rol de victima, y convertirte en tu propio dueño, trazar un plan, y comenzar a accionar desde lo pequeño.

¿Por que es importante hacerlo? Porque cuando nos conocemos, nuestra creatividad renace, nuestras emociones pueden ser gestionadas y así no entrar en conflictos innecesarios, podemos tomar decisiones sanas que sumen a nuestra vida y a la de nuestra familia, y no por miedo.

Mientras tanto, siempre y cuando tu vida no corra peligro, puedes continuar en el trabajo que no te gusta del todo, aguantando a ese jefe mal tratador, o en la pareja que no te cierra del todo, no renuncies sin saber por que lo haces. Conócete y renuncia. Comienza a crear un camino que te lleve a algo mejor día a día, paso a paso.

Sentirás a medida que lo transcurres, cómo ganas en confianza, aprendes de ti, aprendes de esos maestros, los que no te gustan, qué es lo que te están mostrando, ya sea para sanar en ti o para saber qué limite poner.

por Paula Cabalén

Galería de imágenes

En esta Nota

Comentarios

Espacio Publicitario

Espacio Publicitario