El profesor de Obama en Harvard y docente más joven en tener una cátedra en esa universidad habló de la situación de la pandemia en las principales ciudades de EEUU y de las nuevas medidas tomadas como el toque de queda a las 9 de la noche: “Hay dos caminos posibles, el chino y el surcoreano. El primero analiza a gran parte de la población, a partir de la idea de que todo el mundo está contaminado. Para eso es necesario gran equipamiento técnico, capacidad y sobre todo disciplina social. No es el caso en Estados Unidos; tampoco el de Brasil, por lo tanto estamos obligados a seguir el otro camino”
También dio su impresión acerca de la clásica discusión de la intervención del Estado en la crisis social y económica del coronavirus: “Ahora nos tenemos que lamentar los pueblos en esta crisis, evitando colapsos por la demanda y del lado de la oferta, de la producción. Esto exige todas las supuestas tecnologías, no basta distribuir dinero. Es verdad que el apoyo financiero del Estado es parte de la solución del problema, pero exige también condicionar este apoyo de las empresas a la manutención del empleo”.
Por último, haciendo referencia a su trabajo en Harvard y el curso que dio sobre sistemas políticos y aclaró sobre el sistema actual: “La reforma de la política en el Estado ocurre solamente cuando deviene de una necesidad y responde a esa necesidad social y económica. Se precisa de una democracia de alta energía que no necesite de crisis para permitir cambio”.
por Jorge Fontevecchia
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