En los últimos días hubo marchas y solicitadas reclamando por la libertad de Amado Boudu y Milagro Salas, entre otros de los que llaman “presos políticos”. Es una acusación muy seria para una democracia presidida por un mandatario que surgió de los mismos sectores que hoy reclaman eso.
Las tensiones en el oficialismo crecieron las últimas semanas y hoy existe una triple grieta por los presos kirchneristas dentro del gobierno.
El cristianismo considera injusto mezclar a su jefa con la corruptela de sus ex funcionarios y toman como una amenaza las declaraciones de Luis D'Elía.
Escuchá la columna de Gustavo González, desde la redacción de Radio Perfil.
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