Friday 19 de April de 2024
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Carlos Rívolo: "Rafecas es un tipo honesto y con pergaminos suficientes para ser procurador"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 26 de May 19:03

Crítico severo del vínculo del kirchnerismo con la Justicia, señala a Esteban Righi como un modelo de procurador. Cuenta cómo fue la relación con Marcela Losardo y las conversaciones con Martín Soria, y también la investigación de la corrupción en los últimos 26 años. De Menem a los K, pasando por Cambiemos, el vínculo entre fiscales, jueces y políticos.

Durante el caso Lava Jato se hicieron críticas tanto al fiscal Deltan Dallagnol como a Sérgio Moro, en las que se afirmaba que tenían cursos de posgrado sobre corrupción en Estados Unidos, en universidades norteamericanas, con los viajes, las estadías y los cursos pagos por el gobierno. ¿Hiciste alguno de esos cursos? ¿Interfiere ese lobby judicial en la subjetividad de un fiscal o de un juez?

—Creo que no. De hecho, yo no los tengo. La mayoría de los cursos de posgrado que hice, como la mayoría de la biblioteca de los jueces y los fiscales, fueron abonados por uno con su salario. Hace aproximadamente diez años se nos brindan cursos. Pero la formación anterior la hacíamos nosotros. La venalidad de los funcionarios pasa por otro lado. Que camines por la vereda de la embajada no te hace un fanático o genera un sesgo. La gente camina por muchas veredas. Soy componedor. Hace muchos años le escuché a Antonio Cafiero decir, creo que a su hijo: “Hacé la zanja lo más profundo que quieras, pero no rompas los puentes”. Puedo disentir en un 100% con alguien. Pero no romperé los puentes jamás. Intento buscar el camino. No creo que los posgrados de corrupción generen un efecto sobre la actividad. Si lo tiene, uno está frente a un problema enorme.

—¿Qué rol cumple la Asociación de Fiscales en la Justicia?

—Hace muchos años, casi veinte, existió muy temporalmente el foro de fiscales. Había una queja muy fuerte. No recuerdo si era exactamente sobre la actuación de Jorge Sica. Vimos un desborde sobre los fiscales y nos decidimos un conjunto entre los nacionales, los que actúan en la Ciudad de Buenos Aires, algunos federales de Provincia, a hacer el viejo Foro de Fiscales. Mucho más adelante, sobre el final de 2015, surge lo que hoy parece una vedette, el sistema acusatorio, la posibilidad que los fiscales vamos a tener en el manejo de las investigaciones desde el inicio. No implica más poder, sino mayor responsabilidad. Puedo investigar lo que quiera; pero cuando lo judialice, el juez me puede decir que estaba equivocado o que no hay pruebas para permitir acciones como tomar un teléfono o hacer un allanamiento. Con el sistema acusatorio nos dimos cuenta de que teníamos objetivos distintos a los de los jueces. Para describirlo gráficamente, los fiscales éramos pasa ladrillos. La investigación la tenía el juez, llegaba el ladrillo, el expediente, palabra que hoy casi no se utiliza más porque es un caso, y el fiscal le ponía una firma consintiendo o no. El acto más importante era una acusaciónde un expediente que casi no conocías. Se pasaba desapercibido. Si apelabas algo, escribías la palabra “apelo”. No era preciso siquiera fundarlo. Todo esto fue cambiando. Nos dimos cuenta de que necesitábamos una asociación para protegernos. Y en diciembre de 2014, con Esteban Righi como procurador general a la cabeza, luego de haber trabajado sobre los primeros estatutos, nos acercamos. Se lo hicimos saber y nos dijo que lo anunciáramos. Era la fiesta anual, era su reunión, y nos dijo: “Ahora”. Me largó al ruedo. Hice la presentación. Había procuradores de Provincia. Ese día, en la búsqueda de los derechos, la defensa de los fiscales, la institucionalidad, nació tímidamente la Asociación de Fiscales en 2015, con Ricardo Sáenz como primer presidente, después Carlos Donoso Castex, cada uno por dos períodos.

por Jorge Fontevecchia

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