River y Boca cerraron la tercera jornada de la Zona Campeonato como los dos únicos líderes del grupo A. Ambos se enfrentarán el próximo sábado en un partido clave para acceder a la final de la Copa Maradona, sabiendo además que la posibilidad de repetir un superclásico por Libertadores está verdaderamente cerca.
Hay una realidad imposible de negar y es que este torneo de primera división genera muy poca emoción. No hay promedios, todavía no hubo clásicos y el marco de copa nacional le quita brillo al deseo de aquellos equipos más acostumbrados al éxito. Además la abultada participación de clubes locales en torneos Connmebol hizo que varios lo dejaron en un segundo plano.
Pero tras finalizar la primera fase de grupos y conformarse las dos zonas que definirán al campeón se tocó una regla que parecía inamovible, la prohibición de enfrentamientos clásicos y, creer o reventar, el azar agrupó justo a Boca y a River en la misma zona.
A dos fechas de definir a los finalistas, Boca y River lideran la Zona A con siete puntos y abrirán el 2021 enfrentándose mano a mano en la Bombonera, primer superclásico desde el 22 de octubre del 2019. En aquella oportunidad el Xeneize ganó 1 a 0 en la Boca pero fue River quien se clasificó a la final de la Libertadores gracias al resultado global.
Desde entonces no se vieron las caras, pero la sequía se cortará el próximo sábado 2 de enero en el partido que abrirá la cuarta fecha de la Copa Maradona. Solo uno podría clasificar a la final, por lo tanto lo que ocurra en la Bombonera será fundamental para las aspiraciones de ambos de cara a una última jornada donde River recibirá a Independiente y Boca visitará a Argentinos Juniors.
Este partido se juega el sábado ya que enseguida comenzarán las semifinales de la Libertadores, instancia que los enfrentará contra dos clubes de San Pablo. River abrirá su llave contra Palmeiras el martes 5 y Boca hará lo propio con Santos el miércoles 6, ambas series se definirán la semana del 12 en Brasil, país que también será sede para la gran final, prevista para el 30 de enero en el Maracaná.
River se reencontró con un buen funcionamiento en el cierre del año e incluso pudo sobreponerse a las bajas que sufrió y sigue sufriendo, tras un fin de semana accidentado con las lesiones de Angileri y Casco. Por su parte Boca comenzó con algunas dudas las instancias mano a mano pero terminó dando una prueba de carácter ante Racing que oxigenó su ilusión, y también a un equipo que sigue pesando más por las individualidades que por su funcionamiento colectivo.
Enfrente estarán los dos mejores equipos de la fase de grupos de la Libertadores, al menos en lo que a puntos respecta. Palmeiras se vio beneficiado por su posición final y accedió a la instancia venciendo al discretísimo Delfín y a Libertad de Paraguay, a quien terminó goleando en Brasil.
El Verde cuenta con algunos nombres importantes pero ante River tendrá su primer gran desafío en esta copa. Por su parte Santos se presenta como un equipo joven y sin nombres rutilantes, más allá de su tremenda tradición copera. A diferencia de Palmeiras, el Peixe llegó a la instancia superando escollos más complejos, Liga de Quito y Gremio.
Lo concreto es que River y Boca van a estar enfrentando a dos buenos equipos, pero que no tienen el dominio de escena con que si ostentaron los argentinos en las últimas ediciones del torneo. River fue semifinalista en 4 de las últimas 5 ediciones, logrando dos títulos, y Boca en 3 de las últimas 4
Palmeiras alcanzó semis en 2018, donde fue eliminado por Boca, instancia que no lograba desde 2001. Por su parte Santos vuelve a estar entre los mejores cuatro por primera vez desde 2012. Esto no necesariamente implica que tanto los de Gallardo como los de Russo tienen ventaja, ni mucho menos, pero está claro que son los candidatos en su respectivas series, y que la posibilidad de tener una nueva final de Libertadores entre los clubes más populares de argentina es concreta.
por Nicolás Ziccardi
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