Wednesday 24 de April de 2024
Perfil

Andrés Malamud: "2001 nos inoculó a los argentinos; nos generó anticuerpos contra la violencia"

PODCASTS | Por Jorge Fontevecchia | 07 de July 19:07

Cercano a Facundo Manes, radical desde aun antes de poder ir a votar, el politólogo argentino que vive en Portugal tiene el don de explicar empáticamente y con humor sus puntos de vista. Así, reconoce virtudes en algunos aspectos iniciales de Alberto Fernández y el desgaste de Mauricio Macri previo a los comicios de 2019. Dice que las elecciones de medio término tienen una lógica diferente de las presidenciales y que allí la presencia del neurocientífico podría concitar una movilización que trascienda a los partidos, análoga a la que generó el propio Raúl Alfonsín.

En julio de 2019 fuiste una de las 150 personalidades que apoyaron a Mauricio Macri. En ese momento tuiteaste: “Soy radical desde los 14 años, cuando Raúl Alfonsín se opuso a la guerra de Malvinas. Hoy mi partido está en el gobierno y firmé su apoyo. Son lujos que solo permite la democracia”. ¿Ese apoyo de Macri tuvo que ver con una suerte de disciplina partidaria?
Gran pregunta, Jorge. Es un honor apoyar a mi partido. No fue disciplina partidaria. No me lo pidió mi partido. Tenía muchos amigos y amigas candidatos en esa elección. Me parecía un acto de cobardía que habiendo sido uno de los que tanto insistió para que se candidateasen, me corriese del deber de apoyarlos. Lo que hice fue solidario y convencido. Fue el apoyo a los candidatos del partido al que apoyaba desde antes de estar afiliado, desde antes de poder votar. Alfonsín me convenció sin saberlo desde que estaba en la escuela secundaria.

Dijiste que lo mejor del gobierno actual “no es lo que hizo, sino lo que evitó”, y te referías a que no explotara la crisis. Jaime Duran Barba dijo que si Macri hubiera sido reelecto hubiese explotado con el coronavirus la Argentina. ¿Coincidís?
Los contrafácticos son complicados, pero sí. Por lo que dije recién. La situación hubiera sido más complicada. Macri tuvo el mérito de que evitó la explosión de Argentina, porque la renovación en ciernes hacía que en 2019 Argentina y Uruguay, donde también había elecciones, se mantuviesen tranquilos mientras Chile, Ecuador, Bolivia y Colombia estallaban. Evitar ese estallido es algo que logró Macri. Hay que reconocérselo. Y Alberto Fernández también. Al principio de la pandemia y de la cuarentena y algunos me decían que el Conurbano era Kosovo y que podía explotar en cualquier momento. Pasó más de un año y no explotó. Hay méritos compartidos: la oposición, que no está tirando nafta al fuego; el Gobierno, que consiguió mantener lo que había hecho el gobierno anterior. Hoy la Argentina está más tranquila que el resto del barrio. Esto es para destacarlo porque Argentina es América del Sur en espejo. Lo que en América del Sur funciona, en Argentina no. Por ejemplo, el equilibrio macroeconómico. Los demás países de América del Sur, salvo Venezuela, se endeudan en los mercados internacionales y tienen baja inflación. Argentina está toda rota, pero los demás países están estallados la gran mayoría y Argentina está estable. Se ve mejor desde la distancia y lo aprecian los dirigentes europeos y norteamericanos. Cuando miran a Brasil, ven a Jair Bolsonaro y no les gusta. Cuando miran a Chile, Perú y Colombia ven estabilidad macroeconómica e inestabilidad política. En Argentina ven un extraño remanso, que a nosotros no nos parece porque estamos sumergidos en la grieta. Independientemente del Gobierno, hay capacidad de contención social. Es adjudicable a la construcción estatal que se realiza después de 2001: la AUH, pensiones no contributivas. El Estado argentino tiene capacidad para alimentar a su población, aunque no pueda darle mucho más que eso.

Escuchá la entrevista completa en Radio Perfil FM 101.9.

por Jorge Fontevecchia

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